BTG Banquero Tras un Gigante

Tiene una fortuna de 4.400 millones de dólares, pero no tiene oficina. Maneja más de 87 mil millones de dólares en activos, pero dice que nunca condujo un auto de lujo. No usa corbata y su mayor excentricidad es veranear en Minas Gerais. Trabajólico y brillante –según sus cercanos–, André Esteves es el dueño de BTG, un imperio que se tomó el escenario financiero de América Latina. Tras el empresario, un personaje que piensa de manera muy especial.

Se ven helicópteros cada cinco minutos que sobrevuelan lujosos edificios en la avenida Faria Lima en Sao Paulo, uno de los sectores emblema que ilustran el desarrollo de la gigantesca economía brasileña. Más que un lujo, el helicóptero se ha convertido en un medio de transporte habitual entre los ejecutivos que allí tienen ofi cinas. Un trayecto en la capital paulista puede tomar –en promedio– más de dos horas. Pero a André Esteves no le cuadra ese estilo y muchas veces prefi ere usar el auto para llegar al despacho que el Banco BTG Pactual ocupa en esta arteria.

El dueño de BTG no usa corbata. Abre la puerta de la sala de reuniones donde lo esperamos y saluda efusivamente. No ostenta un traje de marca ni un reloj lujoso. “No desperdicio mi tiempo en tonterías y nunca me subí a un Ferrari”, dijo hace unos años a la revista brasileña Negocios, grafi cando su estilo. Cuesta creerlo de buenas a primeras, cuando la revista Forbes lo sitúa con una fortuna de 4.400 millones de dólares. Esteves (46, casado y tres hijos) es uno de los banqueros más poderosos de América Latina y se convirtió en el joven más rico de su país a los 37 años. Pero su historia guarda una particularidad: no viene de una familia empresaria. Su mamá era profesora y llegó como ingeniero informático a trabajar en la empresa de la que hoy es dueño.

La biografía se ha contado varias veces. Ingresó en el 89, al entonces, Banco Pactual. Era rápido para aprender y lo trasladaron a la mesa de dinero: diez años después –con un grupo de socios– compró a su fundador, Luiz Cezar Fernandes, la propiedad de la compañía. En 2006, vendieron el banco a UBS. Esteves continuó al interior de la empresa y fue el hombre de confianza de los suizos. Dos años más tarde creó el fondo BTG (Banking and Trading Group), la plataforma para emprender sus propios negocios. El 2009 dio el golpe de gracia: UBS dejó Brasil y Esteves –junto a un grupo de accionistas– se quedó con la propiedad del banco, desde donde maneja hoy 87.400 millones de dólares en activos.

En Chile aterrizó en 2012, adquiriendo a Jorge Errázuriz y Juan Andrés Camus la local Celfin, en 245 millones de dólares. Sus planes más inmediatos en el país contemplan convertirse en el más grande asesor de fusiones y adquisiciones a nivel local, entre
otros objetivos. Su última jugada internacional, en tanto, fue la compra del banco suizo BSI, lo que les significará a BTG manejar 200 mil millones de dólares en activos.

Al alero de ese imperio, ha difundido que toda su fortuna se levantó sobre la base del mérito. Su historia ha alcanzado algo de mito. No tiene oficina, sino que un cubículo entre las 150 personas que trabajan en su mesa de dinero. No cambió su auto en cuatro años y su mayor lujo es veranear con su esposa y tres hijos en la ciudad de Minas Gerais. Así y todo, lo han acusado de ambicioso. Hasta le dijeron que era capaz de vender a su madre por dinero y él –con humor– respondió que “a ella por nada del mundo”. Más que un problema, ve en la ambición una virtud. Le gusta repetir incansablemente que quiere contratar futuros dueños para su empresa. “Sólo PHD: Pobres Hambrientos y Desesperados por Riqueza”, asegura. Lo ha empujado. Bajo su modelo de partnership, en BTG ya se cuentan 58 socios en la propiedad y otros 147 ejecutivos que aspiran a serlo en el corto plazo (en la categoría de asociados).

El mito está desatado. Cinco mil jóvenes de Brasil postularon en el último llamado a un proceso de entrenamiento para trabajar en BTG, en el que sólo seleccionó a 30 postulantes. “Back to The Game”, dicen que es el otro significado que esconden las siglas
de BTG. Ello pese a que Esteves ha jugado este partido sin interrupciones.

-Hablando de Latinoamérica, ¿cree que países como Chile pueden entrar a una crisis?
-Los países son diferentes entre sí, pero tengo una visión y un optimismo de largo plazo en Latinoamérica. Hay ciclos económicos y políticos en los diversos países, pero hay una fuerza más importante y fundamental, que es la transformación de nuestras sociedades en sociedades de la clase media. Tienes países que van un poco más rápido que otros, pero se avizora una gran oportunidad. Siempre hablamos del sueño americano de lograr una gran masa de clase media alta, ahora podemos alcanzar ese sueño en la región. Ésta es la gran oportunidad para los próximos años y las próximas décadas.

-¿Cómo lograr ese sueño si en países como Chile se tiende a concentrar la riqueza?
-Los fundamentos básicos que necesitamos para concretarlo es que existan instituciones fuertes. Tenemos que tener una democracia clara, poderes independientes en la República, una prensa independiente y libertades individuales; todo lo que es lo primordial y necesario para tomar esa dirección. No me preocupa el problema de concentración, porque si vemos los últimos 10 años, Latinoamérica fue la única región del mundo que creció distribuyendo renta más que todas las otras. En el grupo de los BRICS, por ejemplo, Brasil fue el único país que creció reduciendo la concentración, muy diferente de India, China o Rusia, que tuvieron importantes crecimientos, pero concentrando la renta. La concentración es una fotografía de Latinoamérica, pero no creo que sea el filme de Latinoamérica.

-Es decir, que le gusta la dirección que está tomando el desarrollo de Brasil.
-Tenemos elecciones en dos meses y no importa quién sea el nuevo Presidente de Brasil, porque el foco tiene que ser la agenda de la productividad, que es una agenda también de Latinoamérica. Tenemos que mejor la microeconomía, más que la macroeconomía. El costo de hacer negocios en Brasil es muy alto, la burocracia es compleja, la tasa de interés alta, los costos tributarios altos. Es decir, la complejidad es muy intensa. Los próximos cuatro años, la agenda económica es la agenda de la productividad.

-¿De qué sector vendrá el empuje de Brasil?
-Brasil es una economía muy diversifi cada y compleja, lo que es una cualidad. Tenemos que pensar en el desarrollo de la industria, continuar pujantes en el sector financiero, que en Brasil es muy sofi sticado y capitalizado. Y como hay escala y complejidad, en la economía existen diversas oportunidades de crecimiento, así que no veo que sea exclusivamente un sector u otro.

-Usted ha criticado a Brasil señalando que el Gobierno retorna pocos servicios versus el nivel de impuestos que cobra. ¿Es así?
-La carga tributaria en Brasil es muy alta, la mayor de Latinoamérica y eso crea un problema de productividad muy importante. Pienso que para el futuro de mediano y largo plazo, tenemos que reducir la carga tributaria de la economía. Es un costo muy grande que el Estado brasileño consume.

-En Chile, precisamente, se está concretando un cambio en la carga tributaria ¿Afectará la productividad?
-Siempre es una mala tendencia, pero estamos acostumbrados a hacer negocios con niveles brasileños, entonces estamos muy bien en Chile. El nivel está muy distante.

-¿Pero va a ralentizar la inversión?
-No creo. Hay una incertidumbre natural cuando hay nuevas políticas, pero no es algo que genera una retracción de inversiones. Chile no es un país caro para invertir, pero no me gusta la tendencia. Tienen una economía muy bien manejada en los últimos
20 años por una sucesión de gobiernos, lo que le trajo enorme competitividad. Seguramente, es la economía con mayor desarrollo de los últimos 20 años. Entonces, cuando crecen los costos de la economía pienso que si es moderada, bien, pero es una puerta un poco peligrosa de abrir.

-Chile a la par está aplicando nuevas regulaciones en los mercados, ¿afecta negativamente a los negocios?
-En el mercado de capitales, la transparencia siempre es una buena dirección, nunca está de más. En Latinoamérica tenemos el privilegio de que mucha de nuestra regulación ha sido modifi cada y tiene poca historia, por lo tanto, tenemos la oportunidad
de hacerlo mejor que las economías desarrolladas. La transparencia y los controles siempre van en un dirección cierta y no pienso que haya un costo excesivo o extra con ello para los empresarios.

Los planes de BTG en Chile

-¿Qué rol va a jugar Chile en BTG y cuál es la estrategia en la región?
-Los ejes son Brasil, por la escala económica; Chile y Perú; Colombia y México. El rol de Chile es relevante, porque es la economía latinoamericana más desarrollada, mejor manejada históricamente. Tiene un sistema de pensiones que funciona muy bien, sofisticado y que fue copiado por Perú, Colombia y México. Infelizmente no fue copiado por Brasil, pero me gustaría mucho que adoptáramos el sistema de pensiones chileno acá, sería un enorme avance en Brasil.

-Pero es un sistema criticado hoy en el país.
-Es un sistema óptimo, manejado muy profesionalmente y muy efectivo. De hecho, tengo mucho miedo de que el Estado quiera jugar ese rol, del Estado empresario frente al sistema. El Estado es un buen regulador, formulador, pero el Estado empresario no
me gusta.

-¿Por qué?
-Pienso que si el Estado va a competir con los privados, va ser ciertamente ineficiente y tenemos 500 años de historia económica para probar eso.

-Y además de un sistema estable, ¿qué más aporta Chile a su banco?
-La ventaja de Chile está precisamente en la oportunidad. Tiene buenas compañías, fondos de inversiones, family offices totalmente profesionales; y todos esos actores son clientes muy importantes de BTG Pactual, porque no solamente hacemos negocios con ellos en Chile, sino también en Europa, en Estados Unidos o en otros países de Latinoamérica.

-Hablemos de la compra de BSI, ¿qué escala le otorga a BTG?
-Es un negocio muy importante, porque le aporta una base de activos muy grande, con escala mundial. Son 100.000 millones de dólares, es uno de los diez mayores bancos privados de Suiza y tiene 140 años de historia. Es una gran responsabilidad para nosotros, que nos coloca en un área de manejo de grandes fortunas y de gestión de recursos con escala global.

-Tras esa operación, ¿qué los diferencia de JP Morgan o Goldman Sachs?
-BTG es un banco latinoamericano, pero con una ambición global. Los bancos de inversión nunca fueron muy focalizados en asset management siempre fue una actividad secundaria de las bancas de inversión mundiales. Ésa es la primera diferencia
de BTG Pactual, cuando fue fundada hace 30 años, manejábamos nuestro capital, pero también capital de nuestros inversionistas. Hoy tenemos todo tipo de clientes en esa categoría, family offi ces, grandes fondos soberanos de Europa, de América del Norte, fondos de pensión; todos invirtiendo en productos en Latinoamérica e inversionistas también haciéndolo en economías centrales, lo que nos otorga una muy buena diversificación.

-Ahora, en materia de estrategia, abrieron un área de commodities mientras todos los bancos de inversión se están retirando del segmento. ¿Por qué ir contra la corriente?
-Es que todos los que se retiran de esta área no son latinoamericanos. Nosotros estamos acá, que es el centro de commodities más importante del mundo. Estábamos poco representados en el universo global de commodities, donde Latinoamérica tiene una presencia muy importante. Entonces, es una extensión natural muy buena.

La ambición de Esteves
-¿Qué entiende por éxito?
-La visión del éxito es para mí lo que está ligado íntimamente con la realización de negocios, al desarrollo de la compañía. Si nuestros clientes van bien, nosotros vamos bien. Nuestro negocio está basado en promover el éxito. Siendo objetivo, para nosotros el éxito es realización.

-¿Y en materia personal?
-Creo que, en general, tiene que ver con tener una vida equilibrada entre familia, amigos y resultados.

-¿Qué pasa cuando se equivocan como empresa?, ¿se frustra?
-Convivimos muy bien con la frustración y con los errores. Somos una compañía que acepta y convive muy bien con los errores, pensamos que vamos a dar el próximo paso o salto, sólo si estamos abiertos a cometer errores. Tenemos una jerga muy básica para los errores acá en BTG, tenemos que cometer nuevos errores, no de nuevo los antiguos.

-¿Qué tan efectivo es el discurso del mérito en BTG?
-Queremos que las personas que trabajen con nosotros sean ambiciosas. Cuando las entrevistamos queremos contratar dueños, no simplemente empleados. Hoy hay 150 profesionales que tienen acciones del pacto de BTG, cerca del 75% del capital de BTG Pactual es invertido por sus socios a través del concepto de partnership. Ésa es la idea, que las personas piensen que van a ser parte de ese grupo.

-¿Cómo evitar que la ambición se torne algo negativo?
-Es que acá lo vemos como algo muy positivo, porque se busca una combinación de valores, no solamente la ambición. Un profesional, para ser exitoso debe trabajar en equipo, tener la ética muy bien puesta, ser transparente. En BTG Pactual está totalmente prohibido mentir. No tengo problemas con los errores, pero sí tengo problemas con la mentira. Tenemos que aprender de los errores, trabajar en equipo, porque pensando juntos somos mejores que por separado. Cuando se colocan todos esos valores junto a la ambición, se torna una combinación muy poderosa. Pienso seriamente que en esta empresa no hay cabida sólo para mí, sino para 150 personas exitosas en todos los niveles. Es una ambición por el éxito del equipo, que se convierte entonces en una ambición saludable, no tiene nada de malo.

-¿Dónde nació esa visión?
-Es que fui entrenado así en esta compañía. Yo comencé en BTG el 99 y ya había una empresa que tenía sus valores muy claros: debías tener mérito para tu desarrollo personal y la ambición de ser mejor, de ser cada vez más.

-¿Cómo se replica eso en Chile, donde pesa mucho el colegio en el que estudia una persona o la familia de la cual viene?
-En todos los países hay una cantidad importante de jóvenes que quieren trabajar en una compañía como ésta y en quienes el éxito profesional está relacionado con sus cualidades personales, no con quién conocen, quién los recomendó o a qué colegio fueron. Valorizamos la buena formación académica, pero no todo pasa por la importancia de quiénes son tus amigos o cuál es tu apellido. Queremos a los jóvenes de la clase media que quieran contar una historia, que piensen que con el resultado de su trabajo van a promover el desarrollo de la compañía, y por ende, el desarrollo del país. No veo en ese sentido un ambiente muy diferente en Chile, Brasil, Colombia o México. Siempre hay una masa muy potente que tiene el sueño de trabajar en un ambiente de ese tipo. Esos son los talentos que necesitamos.

Fuente: 5/09/2014 – Capital - Natalia Saavedra

Recuerde que en www.negociosenbrasil.es como consultora en internacionalización puede encontrar información práctica sobre el mundo de los negocios en Brasil – policitas sociales y económicas, información del mercado, consejos sobre inversión, implantación y oportunidades de negocios en el mayor país de América Latina. 
Autor: David Gasull – asesor experto en comercio exterior y estrategias de internacionalización

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